La evolución de estas empresas se inicia en 1998 con la reestructuración del sector petrolero chino y ha sido sucesivamente programada en los distintos planes quinquenales económicos del gobierno chino. Dicha evolución ha tenido dos grandes momentos.
- El primero, centrado en la ampliación del número de campos petroleros en suelo chino
- El segundo, terciada por una creciente globalización de las operaciones en las distintas etapas del ciclo productivo del crudo en diferentes lugares del globo.
En América Latina, anotamos la presencia de las petroleras chinas en aquellos países donde existe actividad extractiva con una cierta antigüedad y no en territorios donde todavía esta no se ha consolidado o es incipiente.
La alta disponibilidad de capital que dichas empresas mantienen, lo que les ha permitido invertir en el sector petrolero latinoamericano, a través de distintas soluciones entre 2005 y 2013, más de 26.000 millones de dólares (Francisco, 2013: 45). Todas estas circunstancias han llevado a que las empresas petroleras chinas desarrollen una serie de estrategias para la disponibilidad de los recursos petroleros en el continente americano. Estas se pueden agrupar en seis categorías:
- Creación de filiales y subsidiarias de otras empresas del sector.
- Compras para adquisición de activos o de participaciones de capital
- Joint ventures conjuntas con empresas no chinas
- Empresas conjuntas entre empresas petroleras china
- Contratos de colaboración con otras empresas en bloques petroleros específicos.
- Participación en licitaciones.
- Creación de préstamos combinados entre los bancos chinos de cooperación e exportación, las firmas petroleras y sus contrapartes latinoamericanas
- Las tres grandes operadoras chinas están construyendo una particular red de actuación en suelo latinoamericano. Se aprovechan para ello de las vastas posibilidades de capitalización que tienen, no hay que olvidar, que cotizan sus acciones en diversas bolsas de valores y que poseen, también, un destacadísimo know how tecnológico que han ido adquiriendo con los años.
- Cada una de las empresas petroleras chinas sigue una actuación asimilable a su misión y objetivos como empresa, pero flexibilizándolo cuando es necesario. Así, amplían su rango de operaciones con el fin de controlar múltiples fuentes de hidrocarburos
- Una ampliación de operaciones que permite entender las uniones y la creación de empresas conjuntas entre estas firmas chinas en diversos países latinoamericanos como en Trinidad y Tobago o en Ecuador o con empresas nacionales como en Venezuela.
- La operación de las petroleras chinas en Latinoamérica, dista mucho de ser algo puntual, responde a una estrategia planificada, de captación de todo tipo de fuentes de petróleo para dotar al país asiático en un contexto donde las dificultades técnicas y económicas para esas dotaciones se exacerbaran en el futuro.
- Estas actuaciones activan un sector, el petrolero, en América Latina, ya de por si dinámico, exacerbando más si cabe la política extractivista de muchos países del continente que ven en la explotación de su crudo un bálsamo para sus finanzas públicas, aunque suponga la exportación de ese bien y el establecimiento de una dependencia perversa del mismo.
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